por Mario Wellmann
Llamadas, mails, mensajes, notificaciones, redes sociales, etc. Sin duda alguna el teléfono es una herramienta útil que nos mantiene conectados con nuestras familias y amigos. Además, puede ser una poderosa herramienta de trabajo, organización y planificación. Sin embargo, el teléfono es también la distracción más poderosa a la que nos enfrentamos.
Investigaciones recientes sugieren que una distracción de tan solo 3 segundos es suficiente para interrumpir nuestra atención mientras realizamos una tarea cognitiva. Estas distracciones no solo nos desvían de la tarea que estamos haciendo, sino que además aumentan la cantidad de errores que cometemos1. De hecho, en contextos de aprendizaje, algunos estudios han sugerido que los estudiantes que usan sus celulares en clase tienen un rendimiento académico promedio más bajo2–4.
Lamentablemente, el problema no termina ahí: diversas investigaciones indican que sólo tener nuestro teléfono cerca mientras estudiamos es suficiente para afectar negativamente nuestra atención5,6. En palabras sencillas, el teléfono nos distrae incluso cuando no lo ocupamos. Entonces, cabe preguntarnos ¿tiene esto algún efecto sobre nuestra memoria y aprendizaje?
Para responder a esta pregunta, Tanil y Yong7 reclutaron 119 estudiantes universitarios. Los participantes fueron separados en dos grupos: aquellos que respondieron las tareas en presencia de su teléfono y los que lo hicieron en ausencia de este. El primer grupo puso el teléfono al lado izquierdo de su computador, en silencio y con la pantalla hacia abajo. Además, se les indicó que no podían utilizarlo mientras trabajaban. Los participantes del segundo grupo entregaron su teléfono al investigador antes de empezar el procedimiento.
La tarea de memoria consistía en aprender secuencias de palabras largas (computer, refrigerator), palabras cortas (cup, pen), letras y dígitos, y luego indicar el orden en que estas aparecieron. Además de ejecutar la tarea, los participantes fueron encuestados acerca de la frecuencia con la que piensan en su teléfono. Con ellos los investigadores pudieron relacionar esta variable con los resultados en las tareas de aprendizaje.
Los resultados fueron bastante claros: los participantes que estudiaron con el teléfono al lado cometieron más errores que los que no tenían el celular en frente7. Más aun, aquellos participantes que pensaban con mayor frecuencia acerca de su teléfono cometían más errores en las pruebas de memoria. Adicionalmente, se observó una relación entre la ansiedad generada por la imposibilidad de usar el teléfono y los resultados en las pruebas de memoria: a mayor ansiedad de separación, más bajos los resultados en las pruebas de memoria, incluso cuando los participantes no tenían el teléfono en frente.
La memoria de trabajo es el componente consciente del sistema de memorias que nos permite, en palabras sencillas, pensar y resolver problemas8,9. En nuestra memoria de trabajo ocurre también el proceso de codificación de memorias. Este es la primera fase en la formación de una memoria nueva y, por lo tanto, el paso en el cual comprendemos aquello que estamos estudiando y comenzamos a aprenderlo.
¿Por qué es un problema el tener el teléfono en frente cuando estudiamos? La memoria de trabajo tiene una capacidad muy limitada8,9. Cuando ponemos el teléfono al frente de nosotros ocupamos parte de las limitadas capacidades de nuestra memoria de trabajo. Esto sucede incluso si el teléfono está en silencio y con la pantalla hacia abajo7.
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Altmann, E. M., Trafton, J. G. & Hambrick, D. Z. Momentary interruptions can derail the train of thought. J. Exp. Psychol. Gen. 143, 215–226 (2014).
Froese, A. D. et al. Effects of Classroom Cell Phone Use on Expected and Actual Learning. Coll. Stud. J. 46, 323–332 (2012).
Kuznekoff, J. H. & Titsworth, S. The Impact of Mobile Phone Usage on Student Learning. Commun. Educ. 62, 233–252 (2013).
Mendoza, J. S., Pody, B. C., Lee, S., Kim, M. & McDonough, I. M. The effect of cellphones on attention and learning: The influences of time, distraction, and nomophobia. Comput. Hum. Behav. 86, 52–60 (2018).
Thornton, B., Faires, A., Robbins, M. & Rollins, E. The mere presence of a cell phone may be distracting: Implications for attention and task performance. Soc. Psychol. 45, 479–488 (2014).
Ito, M. & Kawahara, J. Effect of the presence of a mobile phone during a spatial visual search. Jpn. Psychol. Res. 59, 188–198 (2017).
Tanil, C. T. & Yong, M. H. Mobile phones: The effect of its presence on learning and memory. PLOS ONE 15, e0219233 (2020).
Baddeley, A. Working memory. Curr. Biol. 20, R136–R140 (2010).
Kirschner, P., Sweller, J. & Clark, R. Why Minimal Guidance During Instruction Does Not Work: An Analysis of the Failure of Constructivist, Discovery, Problem-Based, Experiential, and Inquiry-Based Teaching. Educ. Psychol. 41, (2006).